Cuando una especie se encuentra en un nuevo ecosistema, se considera como "introducida". A menudo, las especies invasoras se propagan por los humanos que ignoran que estas plantas y animales son altamente destructivos.
Esto ocurre, por ejemplo, cuando la gente siembra plantas ornamentales en sus jardines, plantas de forraje o pastoreo para el ganado, plantas para disminuir la erosión o plantas para el hábitat de vida silvestre. También ocurre cuando se introducen animales como insectos para controlar las poblaciones de otros organismos, especialmente en el sector agrícola.
Hay especies que se introducen accidentalmente con las importaciones de plantas de invernadero o frutas; en materiales de empaque, veháculos, barcos contenedores y agua de lastre de buques; o por canales construidos por el hombre y el desplazamiento humano. Frecuentemente se introducen los organismos exóticos cuando la gente vierte el agua de sus peceras a los cuerpos de agua naturales.